sábado, 15 de agosto de 2009

PLANIFICACIÓN CONJUNTA:

En la primera sesión se selecciona la temática y subtemáticas a desarrollar durante el Proyecto. La profesora va escribiendo en el tablero el listado de temas y subtemas, así como también de actividades posibles que los niños iban nombrando. Al finalizar esta sesión la profesora recomienda consultar a los padres de familia sobre qué ayuda pueden brindar para este proyecto.

En la sesión 2, los niños muestran algunos textos escritos que sus padres o hermanos les han escrito en sus cuadernos. La profesora los lee en voz alta. Decide entonces las actividades que se llevarán a cabo y hace el procedimiento para la elección de un nombre adecuado para el proyecto.

En la sesión 3 hacen el cronograma, escriben el nombre del proyecto y colectivamente deciden las preguntas a realizar a una enfermera invitada. También escriben una carta para invitarla.

Una vez discutidos los acuerdos, se hace una publicación o registro de los mismos, de tal manera que se conserve para posterior utilización esta información. La maestra cambia aquí un poco su rol y se asume más en un papel de “secretaria” o “copista”, en la medida que va tomando registro en el tablero, en un cartel, o en su propia hoja de registro y va constatando con los alumnos que lo registrado corresponde a lo acordado.

El lenguaje escrito tiene gran importancia en esta fase. Todo, o casi todo lo que se acuerda es escrito por la maestra en un pliego de papel o en el tablero, puesto luego en discusión, aprobado o no y conservado como texto de referencia, como guía o “norte a seguir”, aunque a veces no se siga. En general, de acuerdo con los usos que se dan a la escritura en este fase, se observa que se cumplen tres funciones primordiales: registrar acuerdos, prefigurar las acciones, apoyar la discusión y reflexión.

Para esta escritura, cuando las considera adecuadas (bien formuladas, pertinentes), las escribe tal cual fueron enunciadas; sin embargo, cuando las percibe como incompletas o imprecisas, les solicita reformularlas y aquí se produce un proceso de reflexión. A través de preguntas, busca que precisen o redefinan las propuestas para luego sí registrarlas. Estas propuestas son a su vez la base para la construcción de acuerdos que luego se registran en un cartel. También, cuando se requiere tomar una decisión que puede ser enunciada sólo de una manera, como el título del Proyecto, la escritura de las propuestas permite generar reflexiones en torno a la pertinencia de los aportes de los estudiantes para luego tomar decisiones que los pongan a consideración.

la escritura apareció en la planificación cuando cada niño debía escribir algo acordado previamente en los espacios dejados en unos formatos que la profesora les había fotocopiado y entregado a cada uno. Esos datos eran: el nombre de la escuela, de la maestra, el grado y la jornada, los días de la semana y el nombre que seleccionaron para el Proyecto. Estas tareas las ejecutaron bajo la orientación de la maestra, después de haber recibido de ella indicaciones generales y de haber participado en la interpretación global del texto a completar.

De este modo, la escritura cumple, por un lado, la función de registro de propuestas individuales, pero también de memoria colectiva de los acuerdos, para que todos los miembros de la clase tengan el poder para controlar el cumplimiento de los acuerdos realizados. Además, como antes mostramos, es también una oportunidad para la reflexión sobre la pertinencia y viabilidad en el proceso de negociación.

Los textos que surgen de la planeación son consultados y revisados periódicamente, pues constituyen el eje de todo el proyecto. Así la maestra, una vez termina de registrar las propuestas de los niños en la primera sesión de planificación, las lee en voz alta para recordar a los niños los acuerdos que se han establecido recientemente. Para iniciar la siguiente sesión de planificación del Proyecto, la maestra hace un recuento general de lo que se realizó en la anterior, enunciando los hechos de manera sucesiva y leyéndoles los carteles en que se consignaron las propuestas, mientras los niños participan aportando datos. Esto sirve como contextualización, sitúa a los niños en el marco del Proyecto en curso y los introduce en un nuevo proceso de negociación.

El mecanismo propuesto por la maestra para regular la interacción es que quien desee presentar una propuesta debe levantar la mano para pedir la palabra. Una vez la maestra le haya dado lugar, el niño puede plantear su propuesta, que por lo general es primero evaluada por ella; si se considera aceptable, la propuesta es escrita en el tablero por la profesora. Los niños entonces se dispersan realizando otras actividades o hablan al tiempo, generando un ambiente que dificulta la negociación.

Los textos producidos en este segmento son listas: de aprendizajes que se quieren realizar, de subtemas a abordar, de posibles fuentes de información, de posibles nombres del proyecto o de subtemas que faltan por trabajar en cierto momento de desarrollo del proyecto. La escritura de listas no demanda conocimientos muy elaborados sobre el lenguaje escrito como el que demandan textos con mayor complejidad sintáctica que requieren la utilización de diversos tipos de palabras además de sustantivos o verbos. La profesora no plantea ninguna reflexión explícita en cuanto a las características propias de este tipo de textos, pero en el uso de los mismos, se podría inferir:

§ Las listas enuncian una serie de elementos que se escriben uno bajo el otro en el orden en que van siendo nombrados.

§ Depende del uso que se le vaya a dar, la lista se consigna en un portador que permanezca en el tiempo u otro temporal.

Se observó que las escrituras que había que hacer eran aprovechadas como objetos de conocimiento.

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